Abres una bolsa de patatas y ya está liada, detrás de una patata otra y así hasta acabarla. Algo parecido te va a pasar con la quinta temporada de cSTRadio, el primer minuto te enganchará al segundo y el segundo al tercero… bueno alguna vez te fartucarás, pero una vez hecha la digestión seguro que vuelves a picar.
Empezamos nuestra quinta temporada, cada una ha sido distinta, y ésta también lo va a ser, maduramos, crecemos y aprendemos.
Hace cuatro años empezamos una aventura que mirando atrás, parece que fue hace nada y por otro lado, ya han pasado una inmensidad de cosas: hemos retransmitido carreras de fórmula 1, misas de Gallo, desde Finlandia, conexiones en directo en República checa e Inglaterra, programas especiales, invitados muy destacados, famosos, amigos, todos gente de bien y con cosas muy interesantes que contar.
Inauguramos nuevos estudios, dimos una segunda vida a puertas viejas que hicieron de “pecera”, patas que volvieron a sostener una mesa espectacular a base de soldaduras, celebramos el día del “cable colocao” cuando más de 100m dieron por conectado todos los dispositivos entre el control y el locutorio. Partimos una estupenda tarta de inauguración de los nuevos estudios, participamos en un encuentro de jóvenes comunicadores en Berlín, cientos de horas de emisión en directo y aquí seguimos, con actividades extraescolares, con actividades complementarias y con asignaturas propias. Todo porque creemos en la comunicación y en la educación.
En varios proyectos hemos ido de la mano con instituciones como la DGT de Asturias y Médicus Mundi, nunca perderemos de vista el sentido de servicio relacionado con el aprendizaje. Sería difícil entender tanto empeño, si no fuera por un profundo sentido del compromiso con los otros.
Pero esto no lo hemos hecho solos: la gente de cST, las dotaciones económicas de premios y reconocimientos que hemos ganado, la cantidad de gente que nos ha ayudado solo es comparable a los que nos han ofrecido su colaboración desinteresada y con los que sabemos que podemos contar.
Algunos reconocimientos han sido vitales, ante el esfuerzo y los problemas, que también de eso hay, la respuesta al proyecto que vemos en los entornos socioeducativos dentro y fuera de Asturias nos dan la fuerza necesaria para saber que el esfuerzo merece la pena. Como lo merece el ver el progreso del alumnado, la extraordinaria capacidad del proyecto, no solo para mejorar las habilidades comunicativas sino para habilidades emprendedoras, o atención a especiales dificultades personales. Cuatro años cumplidos no son nada y son mucho… quién lo diría… nosotros si ;)
Nos oímos.
